La oposición avanza con la discusión jubilatoria en el Congreso
Tras la votación de la Cámara de Diputados que obligó a José Luis Espert, titular de Presupuesto y Hacienda a poner el tema en tratamiento, se reunió el plenario de comisiones. Se emitirá dictamen el 6 de mayo.
Al oficialismo se le acabaron las excusas. Tras meses de dilaciones y bloqueos, por primera vez se reunió el plenario conjunto de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Previsión Social para tratar una batería de proyectos que van desde la prórroga de la moratoria previsional o una prestación proporcional, hasta un bono para compensar la pérdida del poder adquisitivo. Fue la oposición la que logró forzar la apertura de una discusión que el libertario José Luis Espert, presidente de la comisión de Presupuesto, mantenía pisada. El reloj ahora corre: las iniciativas deberán alcanzar dictamen el próximo martes 6 de mayo. Afuera, la calle volvió a marcar su propio pulso. Con haberes que no alcanzan para cubrir la canasta básica y la dignidad hecha pancarta, una nueva protesta de jubilados se desplegó en las inmediaciones del Congreso. Esta vez no estuvieron solos: los acompañaron columnas multitudinarias de la CGT, que sumaron presión a un reclamo largamente ignorado. La estrategia para esquivar el veto.
Fueron meses de protestas, de dar la vuelta al Congreso en soledad. Hasta que las hinchadas de clubes decidieron dejar de mirar para el costado y comenzaron a acompañarlos. Entonces llegó la represión, con operativos violentos encabezados por Patricia Bullrich. Pero los jubilados no desistieron: siguieron yendo semana a semana. El pasado 23 de marzo cayó la moratoria previsional, que le permitía iniciar el trámite jubilatorio a quienes ya tenían la edad requerida por ley, pero no los 30 años de aportes. En la primera reunión de comisión se pusieron sobre la mesa 21 proyectos que buscan dar una salida a esa situación y, al mismo tiempo, recomponer el poder adquisitivo de los haberes, golpeados por la inflación y el ajuste. Fue una reunión informativa, el primer paso de un camino que aún tiene varias semanas por delante. Las próximas reuniones están previstas para el miércoles 23 y el martes 29 de abril, mientras que el martes 6 de mayo el plenario deberá avanzar con los dictámenes.
Las iniciativas que se pusieron en discusión provienen de los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda. Los proyectos van desde la prórroga de la moratoria previsional —por dos años y hasta por diez— a un incremento extraordinario del bono para compensar la pérdida de poder adquisitivo, profundizada por las políticas del gobierno de Milei. También se incluye la propuesta de un sistema proporcional que permita calcular los haberes en función de los años y montos aportados durante la vida laboral. La extensión de la moratoria parece generar mayores resistencias. Carlos Castagnetto, de Unión por la Patria, reconoció a Página/12 que “hay que trabajarla, no es fácil”, aunque se mostró expectante respecto del acompañamiento que puedan dar los bloques dialoguistas.
En esa línea, un diputado de Encuentro Federal aseguró a este diario que “algún consenso empieza a aparecer”. Los votos se buscarán dentro del PRO y la UCR, aunque “haya que negociar el plazo de la prórroga”. Conscientes de la posibilidad de un veto presidencial, los bloques opositores comenzaron gestiones para ampliar la base de apoyo parlamentario y garantizar una mayoría calificada. El objetivo es alcanzar los dos tercios necesarios y evitar que el oficialismo pueda bloquear los proyectos con un simple veto. La estrategia responde a una experiencia reciente: hace un año, el Congreso aprobó una ley para mejorar los haberes previsionales, pero el presidente la vetó y logró sostener su decisión con el respaldo de un grupo de legisladores a los que bautizó “el tercio de hierro”.
El debate
La encargada de abrir la discusión fue la diputada radical Gabriela Brouwer de Koning, titular de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, que trazó un panorama cargado de advertencias. Habló de un sistema atravesado por múltiples tensiones: “El régimen previsional argentino presenta muchísimas dificultades. El mundo hoy enfrenta desafíos complejos: los empleos se transforman, hay un 40% de informalidad, envejecimiento de la población a tasas europeas, y estos factores inciden directamente en este sistema de gran envergadura que tiene el país”, señaló, marcando la urgencia de la discusión que el Congreso se encargó todos estos meses de obturar. La diputada Silvana Giudici (PRO), cuestionó la estrategia opositora de introducir los temas a través de los emplazamientos. No hubo voces de La Libertad Avanza.
Desde Córdoba, Alejandra Torres recogió el guante con una mirada crítica sobre las moratorias previsionales. “Desde 2017 a la fecha, como consecuencia de la masiva incorporación de personas a la moratoria, los haberes de aquellos que han hecho sus aportes en regla se han visto reducidos en un 50 por ciento”, sostuvo.
Julia Strada, de Unión por la Patria, giró el eje y cuestionó la visión fiscalista. La diputada planteó que el sistema previsional se financia hoy apenas en un 54 por ciento con aportes y contribuciones, aunque ese porcentaje supo ser mucho mayor. Según detalló, en 2011 el sistema llegó a financiarse en un 95,4 por ciento con recursos propios, mientras que durante el gobierno de Mauricio Macri ese número cayó al 60 por ciento por el impacto de los bajos salarios y el aumento del desempleo, lo que consolidó una “desfinanciación genuina de la ANSES”. Por último cuestionó a la comisión “que siempre mira al gasto y no los recursos”.
El cierre llegó de la mano de Nicolás Massot, quien buscó despegarse de los encasillamientos ideológicos. “Tenemos que romper la lógica de ‘patriotas responsables’ versus ‘degenerados fiscales’”, planteó, e instó a “darnos un debate con una cuota de pragmatismo, además de números”. Según su lectura, el escenario plantea un doble desafío: “El oficialismo actual nos invita a un principio de vetocracia, donde las leyes del Congreso siempre necesitan una mayoría agravada”. En ese marco, alentó a avanzar en proyectos que puedan ser negociados con el Ejecutivo o, en su defecto, le permitan al Congreso “estar en condiciones de resistir un veto”. Sin entrar en mayores detalles, Massot dejó entrever parte de la estrategia opositora: aprovechar la interna entre el oficialismo y el macrismo por el control de la Ciudad y salir a buscar votos incluso en sectores que, hasta hace poco, parecían lejanos. “Algunos sectores del PRO y de la UCR pueden estar de acuerdo con alguna iniciativa. No me parece imposible”, deslizó.
La comisión terminó cuando las columnas de la CGT comenzaban a llegar al Congreso. Mientras adentro se discutían los proyectos previsionales, afuera miles de manifestantes rodeaban la Plaza con un mensaje claro: las jubilaciones no alcanzan y el ajuste golpea. La movilización se enmarcó en la previa del paro general convocado para este jueves, y contó con un fuerte operativo de seguridad que incluyó vallas y un amplio despliegue policial. Esta vez no hubo incidentes, pero sí una señal política de apoyo contundente.