El Papa, en silla de ruedas y con oxígeno, se adelanta al Domingo de Ramos con un gesto devoto

En un nuevo gesto de cercanía espiritual, el papa Francisco visitó este sábado la basílica romana de Santa María la Mayor, donde oró ante el icono mariano de la Salus Populi Romani, una imagen profundamente ligada a su pontificado.

La visita, no anunciada previamente, tuvo lugar en la víspera del Domingo de Ramos y marca un momento simbólico antes del inicio de la Semana Santa.

Según informó el Vaticano, Francisco llegó a primera hora de la tarde, vestido con el hábito blanco papal, en silla de ruedas, asistido con oxígeno mediante cánulas nasales y portando una ofrenda floral. En las imágenes compartidas, se aprecia el ambiente solemne y a la vez emotivo que rodeó la escena, con algún fiel exclamando un espontáneo “¡Viva México!”.

Este acto no es aislado. El Papa, de 88 años, se encuentra aún en proceso de recuperación tras una larga hospitalización de más de un mes por una grave infección respiratoria. Aunque sus médicos recomendaron reposo absoluto en la Casa Santa Marta, residencia habitual del pontífice, en los últimos días ha protagonizado varias salidas no oficiales que apuntan a una mejora paulatina en su estado de salud.

El pasado jueves, fue visto en la Basílica de San Pedro, vestido informalmente, observando las obras de restauración y rezando ante la tumba de Pío X. Asimismo, sorprendió a los fieles el domingo anterior con una breve aparición al final de la misa del Jubileo de los enfermos. También recibió, de manera informal, a los reyes Carlos III y Camila durante su paso por Roma, pese a haberse cancelado la audiencia oficial.

Las constantes visitas del Papa a Santa María la Mayor han sido una constante desde los inicios de su pontificado, especialmente tras cada viaje internacional.

Esta última incursión, en vísperas de los días más importantes del calendario litúrgico cristiano, subraya su intención de mantenerse cercano a los fieles, incluso en momentos de fragilidad física.